Estrategias de apoyo
El equilibrio entre el estudio académico y otros compromisos de la vida puede presentar un desafío para los estudiantes no tradicionales y de primera generación.
Para atraer y retener con éxito a más estudiantes de este tipo, los responsables de las instituciones deben estar dispuestos a incorporar la inclusividad en sus programas, ofrecer más apoyo y fomentar el éxito estudiantil para un público adulto más amplio.
La creación y disponibilidad de recursos para este tipo de estudiantes que refuercen hábitos positivos de estudio, mayor facilidad de organización y un equilibrio saludable entre el trabajo, la universidad y la vida pueden ser de gran utilidad.
A continuación, se mencionan algunas estrategias importantes a tener en cuenta al momento de crear y diseñar oportunidades de aprendizaje para estudiantes no tradicionales y de primera generación:
Involucrarlos en la planificación e implementación del programa: Solicite a los estudiantes no tradicionales y de primera generación que ayuden con la orientación de nuevos estudiantes como ellos. También puede solicitarles que participen en las juntas de asesoría y que den recomendaciones para las actividades de aprendizaje.
Reflejar la experiencia de vida de los estudiantes en las clases y actividades: Recurra a las experiencias personales, las etapas de desarrollo y los problemas de los estudiantes como base para aprender cosas nuevas. Este enfoque hace que el aula sea más auténtica debido a que los adultos aprenden a utilizar habilidades en situaciones importantes de la vida real.
Respetar la cultura, los conocimientos y las experiencias de los estudiantes: Es importante desarrollar la comprensión de las experiencias y comunidades de los estudiantes. El desafío de personalizar la enseñanza para satisfacer necesidades individuales es que el proceso puede pasar por alto cuestiones de género, raza y clase, que representan realidades que muchos estudiantes no tradicionales y de primera generación enfrentan en su vida cotidiana.
Crear pequeños grupos e incorporarlos a las actividades de aprendizaje: Entre las ventajas de recurrir a pequeños grupos, se destacan las oportunidades de apoyo mutuo entre compañeros y la creación de un entorno colaborador, inclusivo y participativo que es menos jerárquico y ordenado que los enfoques tradicionales.
Si los estudiantes no tradicionales y de primera generación adoptan buenos hábitos de estudio y herramientas para aprovechar mejor el aprendizaje desde el comienzo, podrán percibir los beneficios durante el resto de su vida profesional.
Vea cómo la University of Wisconsin-Extension ofrece a los estudiantes no tradicionales la flexibilidad que necesitan para alcanzar el éxito: